Neptuno, nuestra antena a los reinos espirituales, se encuentra actualmente en su retrogradación en Piscis hasta el 6 de Diciembre de 2024, cuando volverá a estar directo para que el 29 de Marzo de 2025 entre a Aries. La retrogradación nos habla de un descanso de los desafíos de crecimiento espiritual y nos ayuda a ver con más claridad desde el aspecto consciente de la auto observación. Implica eso sí que el trabajo espiritual también tendrá que ser consciente con ejercicios como la meditación, enraizamiento o grounding, yoga, tai chi, chi kung, baños de bosque, etc. Todo aquello que nos adentre en nuestro verdadero ser. El trabajo personal que se haga conscientemente hasta Diciembre del 2024 rendirá gran fruto una vez que Neptuno se vuelva directo con una nueva oportunidad de conexión y avance espiritual más directos, liberándonos de la ensoñación o falsas creencias.
 
Una vez que Neptuno entre a Aries nos encontraremos con un dilema. Desde un nivel de consciencia más bajo nos lleva desde la impaciencia a probar muchas técnicas en forma express y si no funcionan al primer o segundo intento se deja de lado con la idea de que no sirve. Desde la virtud de Aries si se concentra el esfuerzo en una meta clara, desde el ejercicio, el trabajo personal y la disciplina en lo que importa y desde ahí habrá un gran avance y resultados visibles.
 
En esta época de turismo espiritual en que Neptuno ya visitó Aries durante este año, es importante  tomar consciencia de estas situaciones. Hay un gran mercado de cursos y talleres baratos de pocas horas y/o tiempo de dedicación, pero sin el verdadero estudio y/o trabajo personal está el riesgo de caer en la ilusión, falsas creencias o trampas de charlatanes. No hay nada que reemplace el estudio y trabajo personal, de encontrar al maestro interno y desarrollar nuetra propia conciencia e intuición. Ser coherentes con nosotros mismos y nuestro propio camino es siempre lo más importante. Escuchar no desde la mente y el ego, sino desde el corazón y lo que nos dice nuestro cuerpo.