Al hacer terapia floral existen distintos tipos de crisis curativas.
1. Emocional o catarsis. Se libera en forma de llanto, rabia o alguna otra emoción que ha estado reprimida por un tiempo, ya sea este corto o muchos años. A veces el paciente es consciente de estas emociones y otras veces no. Esto puede venir acompañado de una leve taquicardia durante la liberación emocional. Es importante respetar el deseo del paciente de querer o no expresarlas.
2. Descargas físicas. Al entrar el cuerpo en un proceso de sanación empieza a botar toxinas. Esto puede pasar con síntomas como un resfrío, sudoración o una pequeña diarrea. Si éstos duran más de 1 día es recomendable visitar al médico. Al pasar los síntomas se debería sentir alivio. Es importante respetar los tiempos y los procesos del paciente para cuando esté abierto y dispuesto a hacer esta depuración. 
3. Dolores corporales, musculares y cansancio. La terapia no los genera, sino que trae consciencia corporal y hace notar los cuidados personales que se han postergado. Es importante considerar los tiempos y responsabilidades del paciente para hacer estos procesos, cuando se pueda tomar una pausa o hacerlo a bajas dosis para que se pueda ir recuperando mientras duerme.
4. Crisis de resistencia. Cuando un paciente no quiere trabajar un tema o no quiere enfrentarlo y el terapeuta no le pregunta y no le informa al paciente e igual le pone las flores para trabajar ese tema, además de ser una falta de ética, el paciente puede llegar a sufrir muchos síntomas muy desagradables. Las crisis anteriores se ven exacerbadas, además de variados otros síntomas desagradables que pueden cambiar de persona a persona. Además en el frasco de flores estas se avinagran o toman un sabor desagradable para el paciente y hasta aparecen cosas flotando en el frasco, a pesar que se han cuidado las medidas de higiene. 
 
El no respetar los tiempos y los deseos del paciente son una de las mayores causas de deserción de la terapia, así como también de la descalificación de esta.

 

Por eso es importante siempre informar qué flores van, para que sirven, que van a trabajar y si que efectos el paciente puede esperar de la toma de ellas, procurando que las crisis sean las menos y más llevaderas dentro de lo posible. Y que esto puede ser un proceso de varios meses. Un solo frasco no traerá un cambio profundo y verdadero. El proceso de terapia es un trabajo de compromiso con uno mismo en la búsqueda de una vida mejor.