En la película animada "Una voz silenciosa" nos relata de la historia de unos niños que en su sala llega una alumna nueva, Shouko Nishimiya, con problemas de audición, por lo que necesita utilizar aparatos auditivos. Los niños del curso les parece muy raro y empiezan a burlarse, en especial el más desordenado del curso, Shoya Ishida, al cual todos alientas y se ríen de sus actos poco apropiados como arrancarle los aparatos auditivos. El malestar que esto causa en la niña hace que los padres hablen con el colegio y la retiren de él. En clase el profesor pregunta quién fué el responsable y todos indican al más desordenado del curso, sin hacerse cargo de su parte en el tema, por lo que termina siendo el único castigado. Luego de esto es rechazado por el resto de la clase y hasta recibió bullying a su vez por ello. Este acto de ser marginado, más la culpa por aquello que hizo crea una gran marca dolorosa en Shoya, cambiando su caráctar a una persona más cayada, ensimismada, cómo si sintiera el peso del mundo sobre los hombros, con culpa hacia Shouko, hacia sus compañeros, hacia su familia. Aprende el lenguaje de señas para poder entender y experimentar lo que vivía Shouko. Más grande le lleva a tal punto de trabajar para dejarle dinero a su madre y casi llevar a cabo el suicidio, pero a último momento se arrepiente.
Por circunstancias del azar Shoya se vuelve a encontrar con Shouko dándole la oportunidad de pedirle perdón y terminan entablando una amistad. Y acá es donde la historia nos va mostrando como también Shouko siente culpa de lo difícil que le hace la vida a su familia y a otros. Podemos observar también la culpa y como la manejan distintos personajes de la historia, llevando a un camino de entedimiento, empatía, reparación y comprensión.
Es así que la esencia Pine se puede manifestar en la culpa y la responsabilidad por hechos traumáticos, por eventos que no están en nuestro control o situaciones que no somos conscientes que pueden venir desde la crianza, heredadas o hasta la sociedad. Lleva a una desvalorización y un sentimiento profundo de no merecimiento, que puede llegar al nivel de sentir que no se merece ni siquiera la vida. Pero esto es puede reparar con mucho amor, con una comunicación abierta y honesta, con empatía y comprensión. Comprender que todos somos humanos y nos equivocamos, lo que importa es que hacemos con nuestros errores, si aprendemos de ellos y si aprendemos a discernir aquello que estaba en nuestras manos de aquello por lo que no podemos hacer nada y soltarlo.