La madurez nada tiene que ver con volverse un serio y grave, sino con hacerse cargo de los propios actos y la propia vida. No permitas que te quiten la dulzura, la belleza y la alegría.
La madurez nada tiene que ver con volverse un serio y grave, sino con hacerse cargo de los propios actos y la propia vida. No permitas que te quiten la dulzura, la belleza y la alegría.