A veces decirle no al otro es decirme si a mí. A veces ponerle límites al otro es honrar mi espacio interior. A veces hacer lo correcto para mí le puede parecer equivocado al otro. Y esa resistencia del otro me puede llevar a dudar, a cuestionarme, a sentir culpa. Pero si no me soy fiel a mi misma me pierdo en los demás, pierdo mi destino, mi brújula. Es importante escuchar con humildad y en eso también honrar mi caminar.