Y de repente aparecen emociones inesperadas que no sabemos de dónde salieron. Y es que nuestro subconsciente nos quiere recordar que todavía hay heridas por sanar. Es importante buscar el silencio para que nos diga dónde está esa herida y luego darnos la contención que necesitamos para sanar, aprender y dejar el pasado atrás.