A veces para honrar mi propio sentir es necesario también honrar el sentir de los demás. No hacerme cargo o tratar de cambiarlo, solo verlo, aceptarlo y honrarlo como válido.
A veces para honrar mi propio sentir es necesario también honrar el sentir de los demás. No hacerme cargo o tratar de cambiarlo, solo verlo, aceptarlo y honrarlo como válido.