Hay un estrecho vínculo entre la violencia y el vínculo con el autoritarismo en la infancia. Una autoridad inflexible y absoluta genera sumisión o rebeldía. Desde la sumisión es altamente probable que sean víctima de abusadores. Desde la rebeldía tenderán a someter a otros. Desde la sumisión aprenderán a obedecer sin cuestionar incluso el maltrato y que no merecen ser amados. Desde la rebeldía creerán que los vínculos son desde el control. Y es así que los ciclos se van perpetuando. Es solo desarrollando un vínculo amoroso con uno mismo y desde ahí una crianza amorosa es que esto se puede sanar.