Cuando separas cosas afuera, separas cosas dentro de tí. Cuando logras ver la interconección en todo lo que hay fuera logras sentirte conectado y ver cómo eres parte del todo. Pero a veces primero necesitamos separar para reconocer las partes, quién somos, y luego volvemos a unir para que el todo pueda fluir en armonía.