Vivimos dentro de prisiones mentales creadas por nosotros mismos en las que somos preso y carcelero a la vez. Siempre hemos tenido la llave, pero primero necesitamos reconocer cual es la prisión que nos atrapa dentro de nuestra propia mente.
Vivimos dentro de prisiones mentales creadas por nosotros mismos en las que somos preso y carcelero a la vez. Siempre hemos tenido la llave, pero primero necesitamos reconocer cual es la prisión que nos atrapa dentro de nuestra propia mente.