- Nos ponemos en una posición cómoda, ya sea sentados o acostados.
- Visualizamos que nos sumergimos como en una tina o fuente del luz, calor, que nos llena de una sensación reconfortante como en una tina de agua caliente y relajante. Permitimos que ese calor nos rodee y nos llene hasta lo más profundo de nuestro ser disfrutando esta sensación reconfortante al máximo.
- Luego visualizamos que nos rodea una esfera plateada que va calmando y suavizando nuestras emociones, que nos hace sentir acogidos, nutridos, queridos y apreciados. Todas las emociones como la angustia, miedo, rabia se van calmando y acallando trayéndonos calma y así podemos respirar más tranquilos, más profunda y pausadamente.
- Después visualizamos una esfera dorada por sobre la plateada que nos trae protección, seguridad, certeza, confianza y calma. Nuestra mente se va calmando y nuestro sistema nervioso puede lograr su merecido descanso. Nuestra mente se va acallando y relajando.
- Finalmente visualizamos una esfera color índigo por sobre la dorada, del color de la noche. Esta esfera va alejando las influencias externas como ruidos, luces y cualquier cosa que pueda impedir el sueño o descanso o disminuir la calidad de nuestro sueño. Es un vasto silencio, un mar de tranquilidad o la inmensidad del cielo nocturno imperturbable y tranquilo. Una calma como la que nos trae el rumor de las olas o el suave rumos de la brisa por las hojas o una calmada lluvia sobre el techo. Solo hay calma, serenidad.
Trata de mantener esta visualización por aproximadamente unos 15 minutos.
El momento ideal para realizar esta visualización es antes de dormir, preparando así cuerpo y mente para un mejor descanso. También en momentos de insomnio para ayudar a recuperar el sueño.
Ideal para combinar con las prácticas de Reiki.