La suposición puede ser una gran herramienta. En la ciencia el supuesto es la base para encontrar nuevas respuestas, nuevas teorías, nuevas formas de ver el mundo que luego se comprueban o refutan con el método científico. Esta es la base de todo brainstorming o tormenta de ideas.

En terapia se puede usar para ayudar a personas que están muy encerradas en su punto de vista o que les cuesta mucho ponerse en el lugar del otro. Así se le van presentando nuevas posibilidades válidas que le permiten abrirse a que algo puede ser distinto.

Pero así también la suposición puede ser algo muy negativo. Esto pasa cuando se usa la suposición para ajustar la realidad a las propias creencias y prejuicios, lo que puede llevar a una gran ignorancia y matar las relaciones.

Por ejemplo:

  • Una pareja que recién empieza a salir. Él la invita a cenar en un restaurante de comida italiana. Ella está con jaqueca y le dice que no está con ánimo. El supone que a ella no le gustan las pastas y no la invita nunca más a comer comida italiana. Su comida favorita era la lasagna.
  • Dos amigos conversando del mundo, filosofando, intercambiando ideas creen que el otro entiende lo mismo y están hablando de cosas completamente distintas, porque algunas palabras o conceptos que se asumen entendidos tienen distintos significados o formas de entenderlos y ninguno se asegura de que estén entendiendo lo mismo. 
  • Una persona que cree que todas las personas con tatuajes son drogadictas. Sufre un accidente, llega al hospital y se da cuenta que el médico que le está atendiendo tiene un tatuaje y se niega a ser atendido por ese médico. Lo que no sabe es que es el mejor médico del lugar. Su prejuicio le hace suponer que este médico debe estar drogado y puede matarlo. 
  • Una mujer es golpeada por su marido y esconde los golpes tapándolos moretones con la ropa o con maquillaje. Ella supone que es su culpa. Que cuando el después le pide perdón y le dice que la ama es verdad. Que cuando sus amigas le dicen que él tiene otra en la que se gasta toda la plata le están mintiendo porque le tienen envidia. Que cuando su mamá le dice que tiene miedo que él la pueda llegar a matar está exagerando. 
  • Los tierra planistas aseguran que la tierra es plana y que si uno llega a la orilla se va a caer del mundo. Y que todos los otros planetas del sistema solar son redondos salvo la tierra. Cualquier prueba que diga lo contrario lo tachan de una confabulación y por lo tanto como algo falso. 

Y así es que la suposición puede ser algo constructivo que nos abre la mente, un problema de comunicación que puede pasar a ser una anécdota graciosa, una desinformación o inseguridad que podría llegar a poner nuestra vida en peligro o llegar al fanatismo extremo donde se es ciego a cualquier posibilidad. 

El punto es, ¿esta suposición me hace ver nuevas posibilidades? ¿Me permite ver el mundo con otros ojos? ¿Me permite ampliar mi conciencia? ¿Promueve la búsqueda de nuevo conocimiento? ¿Me permite desarrollar un nuevo entendimiento? ¿Me permite crecer? 

O por el contrario, ¿la uso para evitarme el preguntar algo? ¿Para evitar una situación incómoda o una pelea? ¿Para justificar mis creencias y pensamientos? ¿Para mantenerme firme e inflexible en mi postura? ¿Para justificar mis prejuicios? ¿Para evitar mirar en mi interior? ¿Para no escuchar argumentos o algo que me pueda hacer cambiar mi opinión? ¿Por ego? ¿Por miedo? ¿Por la necesidad de controlar la situación? 

Y es que a veces es más difícil que suponer o inventar (pasarse películas) simplemente decir no lo sé y soltar el tema. 

Es importante reconocer porque y para que estamos suponiendo. Si nos expande o si nos contrae. Tanto en nuestro diálogo interno como en el diálogo con los demás. Escuchar y poner atención a nuestras propias palabras es una de las grandes herramientas para conocernos.