Muchos asocian el amarse a si mismo con el egoísmo y el egocentrismo, sin darse cuenta que estos en realidad son expresiones de la falta de amor. Quien se ama y se acepta a sí mismo está lleno de amor, la generosidad se le da naturalmente y actúa de manera compasiva. Quien se ama a sí mismo ama libremente sin exigencias o codependencia. Amarse a si mismo permite que uno madure y se haga cargo de su vida sin exigencias a los demás. Amarse a si mismo te abre a dar y recibir con gratitud. Amarte a ti mismo te ayuda a alejarte de lo que no te hace bien y encontrar tu lugar en la vida.