Hay momentos difíciles en que necesitamos contención, pero no siempre tenemos quien nos contenga. Por eso es importante aprender a auto contenernos. Aunque parezca difícil, hay pequeños gestos físicos que gatillan la memoria física y generan alivio y contención.
- Abrazarse uno mismo: ayuda cuando hay sensación de soledad, desprotección, crisis de angustia o de pánico. Ayuda a contener y proteger el corazón y da la sensación de calidez y calor.
- Cariño en la cabeza: suaves caricias en el tope de la cabeza tal como si se estuviera acariciando a un niño pequeño. Esta suave expresión de cariño trae consuelo cuando hay tristeza, da contención emocional y trae calma.
- Frotar el brazo: frotar el brazo entre el codo y el hombro es como sentir el apoyo de un amigo o un par. Nos hace sentirnos comprendidos, que no somos los únicos pasando por lo mismo, que no estamos solos y que tenemos quien nos apoye.
- Frotar el pecho: frotar el pecho a la altura del esternón o timo en manera circular nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, a aliviar la angustia, el dolor del corazón y en el síndrome del corazón roto. Nos ayuda a reconectarnos con el amor y sanar el vínculo con nosotros mismos y con los demás.
- Frotar la mejilla: el gesto de una suave caricia en la mejilla, especialmente mirándose al espejo representa: te veo y te acepto tal cual eres. Este ejercicio nos ayuda a desarrollar la auto aceptación y nos permite estar cómodos con nosotros mismos y ser auténticos, sin que nos afecte la opinión de los demás.
Estos ejercicios son muy sencillos y basta con hacerlos 1 o 2 veces al día por unas semanas y los puede hacer cualquier persona.