Hay ocasiones en que al hablar decimos algo que no era lo que estábamos pensando. Generalmente sólo nos damos cuenta cuando nos lo dicen con un ¿porqué me estás diciendo esto? o ¿es esto lo que me estás diciendo? Es algo sorpresivo que va acompañado con una sensación de incredulidad o de pérdida de control. Y uno trata de corregir lo dicho y explicar lo que se quería decir, justificarlo y pedir perdón. Hasta el enojo puede aparecer.

Pero lo que hay detrás de esto es una manifestación del subconsciente y es posible que no tenga ninguna relación con lo a se está hablando, con la persona frente a nosotros o el momento que estemos viviendo. Es más posible que se trate de un momento de confianza en que bajamos nuestras defensas y el subconsciente encontró por fin una salida para expresarse. Estos momentos se dan principalmente en terapia, con amigos o con familia cercana. Así también es posible que sea una emoción reprimida por mucho tiempo y que estalle en el momento menos esperado ante la necesidad de que tomemos consciencia de lo que está pasando en nuestro interior.

 

En ambos casos, más importante que pedir disculpas si hiciera falta o de corregir lo dicho y justificar lo que se dijo, es primordial tomar nota y reconocer que nuestro subconsciente nos está tratando de decir algo. Que aquello que creemos que sentimos y pensamos tiene más capas de las que creemos. Que aunque creemos haber aceptado una situación en el fondo podemos estar muy disconformes. Que detrás del amor puede haber miedo. Que detrás del stress puede haber escondida rabia. Detrás de la calma conformismo. Etc.

Entonces la próxima vez que empecemos a decir "No es lo que quería decir... ", en vez de abalanzarnos a la defensa de lo que quería decir, mejor preguntémonos: ¿qué me quería decir mi subconsciente?