Cuando a una nueva idea, sueño o relación le pones el peso de tus expectativas, es cómo poner una roca sobre una semilla y esperar que brote. Permite que se desarrolle y surja libremente. Puedes poner una guía para que la planta pueda crecer, regarla y cuidarla del sol o el frío excesivo. Pero es en libertad y en una buena tierra en que surgirá. No sacarás nada en presionarla o apurarla. Tan sólo dale el espacio y el tiempo que necesita.