Veo lo que me duele y acepto la pena que me produce. Veo lo que me irrita y acepto la desarmonía en mí que me esta mostrando. Veo lo que me enoja y acepto aquello que hay en mí que no ne gusta. Veo lo que me da miedo y acepto que hay más valentía en mí de la que me creo capaz. Me abro a ver y sanar con lo que veo.