Cuando emocionalmente te es difícil sostenerte y te sientes armada a palitos, el secreto no es seguir amarrando y pegando con más cinta, sino dejarte caer cada vez que puedas. Cada vez que vuelves a armarte recuperas estabilidad, sentido y perspectiva. No tengas miedo de caer y no poder volver a levantarte, porque sí lo podrás hacer, cómo lo has hecho siempre. Tal vez cueste un poco más, pero en tí hay fuerzas que ni siquiera puedes imaginar.