Hay un largo camino entre el amar y el estar. El estar por estar o el corazón a corazón. Una falsa compañía que hace notar aún más la soledad o dos corazones que se escuchan. Y cuando ya no escuchan, ¿Qué causó esa sordera? Volvamos a escuchar, incluso si no me gusta lo que escucho. Aunque tan solo sea escuchar mi propio corazón.