Hay una falsa creencia de que los terapeutas no se pueden enfermar y que deben tener la vida resuelta. Esto no es así. Un terapeuta tan solo tiene más herramientas para sobrellevar su enfermedad y salir de esta. Un terapeuta tiene más recursos para resolver un conflicto o situación, pero no significa que esto no le afecte. Al final del día todos somos tan solo un ser humano más.