Cada vez que decimos "no" sin estar seguros cerramos puertas y dejamos de ver las posibilidades. Cada vez que decimos "sí" sin escuchar nuestro corazón nos arriesgamos a repetir los errores del pasado y nos dejamos de ver a nosotros mismos.
Cada vez que decimos "no" sin estar seguros cerramos puertas y dejamos de ver las posibilidades. Cada vez que decimos "sí" sin escuchar nuestro corazón nos arriesgamos a repetir los errores del pasado y nos dejamos de ver a nosotros mismos.