Uno de los mayores problemas de comunicación es cuando uno asume o cree saber lo que el otro está pensando, los clásicos "yo pensé que...", "yo creí que...", "es que tu siempre...", "es que una vez dijiste..." o muchas otras variantes. Cuando una simple pregunta podría haber aclarado todo, parecieran haber razones para no preguntar. No me atrevo, no quiero molestar, para que voy a preguntar de nuevo, yo se lo que le gusta, yo se lo que quiere, si le pregunto se enoja, es que espera que yo sepa, no me atrevo a preguntarle, no se como va a reaccionar, me da vergüenza, me da miedo, no se me ocurrió, las razones pueden ser muchas. El resultado es que cada cual en este caso saca conclusiones erradas, no se permite conocer al otro ni le da el espacio al otro de cambiar o tener gustos o necesidades diferentes según las circunstancias.

Porqué preguntar:

  • Una persona puede querer comer arroz un día y no por eso se puede asumir que es su plato favorito.
  • Una persona puede querer viajar al extranjero en sus vacaciones y no por eso se puede asumir que no le guste quedarse en casa. 
  • Alguien puede no querer ir a una fiesta y eso no significa que no le gusten las fiestas.
  • O puede declinar asistir a un cumpleaños y no significar que no le gusten los cumpleaños o no quiera estar con la persona que le invitó.
  • Es válido que alguien no quiera hablar de un tema y no significa que nunca quiera hablar de ello, sino que tal vez no es el momento.
  • Si no están claras las instrucciones de un trabajo, si no se pregunta, el costo puede ser mucho mayor que llevarse un mal rato preguntando.
  • Si alguien no responde un saludo, no se puede asumir que no quiere responder. Hay gente distraída, olvidadiza, ocupada, perdidos en su mente, etc. Lo mejor es simplemente no sacar ninguna conclusión del tema.
  • Cuando el otro es un manipulador hará un exabrupto emocional para no ser descubierto, porque son justamente las preguntas de hechos que le dejarán expuesto. Son las preguntas más difíciles, pero las más necesarias también.

Por estas y muchas otras razones es que es tan importante preguntar en vez de asumir. Darnos permiso de conocer a los demás en vez de suponer quienes son. De volver a conocer a quienes ya conocemos, porque las personas pueden cambiar a través de sus experiencias de vida. Y también, porque demuestra un interés por el otro.

Todo esto sin exagerar. Preguntar varias veces al día "¿me quieres?", "¿como estás?", "¿que estás haciendo?" es solo una muestra de inseguridad.

Y así como es importante preguntar, igual de importante es el expresar claramente lo que queremos, sin asumir que el otro sabe y entiende de lo que estamos hablando.

Ejemplos de respuesta:

  • "¿Que te pasa? Nada." No se puede asumir que el otro sabe lo que nos pasa. Si no se quiere hablar en el momento es válido decir: Estoy molesta, pero no quiero hablarlo en este momento.
  • "¿Que quieres comer? No sé, decide tú. Ah, pero eso no." Si delegamos al otro que decida por nosotros, no podemos estarnos quejando de las propuestas del otro. Si no tenemos algo que aportar, entonces no echemos abajo la propuesta del otro. Sumemos y no restemos.
  • "¿Te puedo ayudar? No te preocupes, yo lo hago." Si la respuesta no es sincera lleva a una brecha. No se trata solo de coordinar las labores, sino tomar en cuenta los tiempos de cada uno y aprender a delegar responsabilidades. Si uno no toma la iniciativa es porque siempre hay un otro que siempre toma el control y no sabe delegar.

Claro está que el otro no está obligado a responder ni tampoco es la idea interrogar al otro. Querer saberlo todo es una forma de control para suplir las inseguridades. Nunca se va a poder saber todo es un otro y lo que se llega a conocer puede cambiar. Es bueno aprender a vivir con la incertidumbre y dejar al otro ser quien es. No existe la necesidad de entender todo lo que hace, porque ahí entramos a suponer y de la suposición entramos a los juicios y encasillamos a las personas en alguien que en realidad no son. Y esto es solo un reflejo de nuestra forma de pensar y nuestras inseguridades.

Suelen decir: "No es falta de tiempo, es falta de interés." Pero esto no considera a personas con 2 trabajos, personas que trabajan y estudian, padres que están llenos de actividades de sus hijos, personas que cuidan a sus padres, personas que hacen turnos, personas con problemas de stress, de deptresión, personas que están iniciando un nuevo proyecto propio y tantas cosas que hacen que la vida pareciera pasar volando.

Así lo más importante en la comunicación es el respeto, preguntar, no asumir nada y darle a cada uno el espacio que necesita y el tiempo que necesita, dejarles ser quienes son sin la necesidad de cumplir con nuestras expectativas y prejuicios, como así también comunicar claramente nuestras necesidades y nuestros límites.