Y cuando menos lo esperas esa herida que ya creías cerrada se vuelve a abrir, vuelve a doler, vuelve a mostrarse. Se siente como una vuelta atrás, un retroceso, una caída. Pero no es así. Es como cuando limpiamos la casa y nos damos cuenta que faltó una esquina por barrer. Como cuando hacemos la tesis y el profesor guía nos indica, esta parte le falta un poco más de trabajo. Puede sentirse frustante, porque una ya quiere terminar, sale la impaciencia, el enojo, la tristeza, el pensar: lo hice mal. Pero no es así, todo es mejorable, todo tiene procesos, tiempos, etapas que a veces no podemos ver cuando iniciamos. Tan solo detente, respira, observa tus pensamientos y tu sentir sin juzgarlos, date el espacio interno que necesites. Y también descansa y sigue con tu vida cotidiana. Todo es parte del proceso, todo es parte de la vida, todo es temporal.