Es una función de la mente el rellenar los espacios vacíos para así comprender mejor la realidad. Es una función de la madurez el discernir que espacios llené con cosas que existen en mi propia mente y que fue lo que realmente ocurrió. Es una función de la sabiduría aceptar que hay cosas que no entiendo y no tengo porque saberlo y desde ahí poder aceptar mi entorno sin juicio.