Hay veces en que la expansión espiritual se siente como caminar sobre hielo frágil. Cada paso se siente con vulnerabilidad y con el riesgo de ahogarse. Ahí es donde se hace crucial la calma, la persistencia y la experiencia. Por lejos que parezca, llegaré al otro lado, sin importar cuantas veces me equivoque o cuantos desvíos tenga que tomar. Siempre hay una salida, aunque en el momento cueste verla.